15 agosto, 2006

Mi profe del insti II

Con la nueva profesora, cada día era esperado como, a esa edad, las emisiones nocturnas y codificadas del Canal +. El tio que diga que no ha intentado cerrar un poco los ojos para ver que veia, al menos una vez en la vida, es un mentiroso de marca mayor.

Claro, dos clases a la semana, de hora y media, pues da para poco... ¡JA! Esas tres horas, repartidas en una clase los lunes y la otra los viernes, dan para cuatro noches de poluciones nocturnas (domingo-lunes y viernes-sabado), y toda una semana de expectación.

De todas formas, no todo era bueno. Por un lado, no nos enterabamos de la misa la mitad de la asigantura durante las clases. Ojo, no significa que no estudiaramos. Jamas he visto una clase en el instituto a la que si iba a las tutorias, excepto esa. Se estudiaba en casa, intentado que cuando te preguntaran pudieras contestar a cualquier cosa. Se hacian los ejercicios, con la experanza de que fueras preguntado a menudo.

Sin embargo, durante no nos enterabamos de la misa la mitad. Y es que, cuando no era una blusa a la que se le transparentaba un sujetador excitante (vale, hace 14 años... hoy es normal, pero en aquella epoca no), era una camisa cuyo escote invitaba a morder o cuyos botones dejaban entrever la ausencia de sujetador... o lo peor de todo... era una blusa con cremallera, cuyo cierre no dejaba de subir y bajar durante toda la clase mientras ella subia y bajaba la mano que lo sujetaba... acompañado por la mirada de toooodos los tios de la clase. Debia de ser un espectaculo increible vernos desde la tarima, moviendonos todos al unisonio, con ganas de gritar 'uuuuuyyyyyyyyyyyyyyyyyy' en los momentos algidos.

Pues precisamente uno de esos movimientos fue el que me hizo pasar un mal rato.

Como oyente, no tenia porque, pero en todas las clases me habia comprometido a realizar los mismos ejercicios, estudiar lo mismo y presentarme a los mismos examenes que mis compañeros. Eso implicaba, en ocasiones, salir a la pizarra a mostrar como habia hecho los ejercicios que nos habian mandado los profesores.

Y como no, en esta clase tambien tocó salir a hacerlos.

Recuerdo el dia como si fuera esta mañana. Ese dia, la profesora llevaba una minifalda negra de esas de vuelo, y su maravillosa blusa de cremallera. Y yo llevaba mi libreta.

Salí a la pizarra, dispuesto a, cual macho cabrio, demostrar mis conocimientos de la asignatura y demostrarle lo que era capaz de hacer por ella. El ejercicio era la ostia de extenso, y ocupaba, la resolución, una pagina y media de las libretas de tamaño folio. Asi que cogí una tiza y comence a escribir en la pizarra...

Cuando ya llevaba cerca de... dos lineas, de repente ella me comenta:

- Morbo... una pregunta...

No pasa nada. Estaba preparado para cualqueir eventualidad. Me giré y la mire desde la pizarra, en esa postura tan de macho con una libreta cogida en la cintura, una tiza en la otra mano y una pierna levemente adelantada sobre la otra, en actitud claramente agresiva.

- ¿Si?

Bueno, escrito no suena mal. Pero si hubierais oido ese '¿si?' teñido por la entonacion adolescente de una voz cambiante, de esas que toma todas las modulaciones posibles del agudo al semigrave, os habría dado una verguenza ajena impresionante.

Al contestarle, me había girado para mirarle a los ojos. Yo no era de esos que lo único que miraban eran las tetas de las mujeres. Era franco, sincero, directo.

Craso error.

Ella me esperaba, sentada en la mesa del profesor, con las piernas semiabiertas, con unas braguitas blancas en las que marcaba claramente... bueno... la cuestion es que le mire a los ojos, y un chispazo me hizo bajarlos a sus piernas. Movimiento que detectaron todos los escaneres masculinos, que siguieron mi mirada.

Claro, a los hijos de puta que estaban sentandos no se les notaba... pero yo estaba de pie encima de la tarima, delante de ella (y de toda la clase) con la única ayuda de una libreta que me sirviera para taparme. Por suerte, me di cuenta cuando la erección comenzaba a notarse empujando las llaves del bolsillo hacia delante, y rapidamente coloque la libreta para taparme.

Pero ella queria seguir. Y me preguntó. Me preguntó noseque chorrada a la que, gracias a las horas de estudio que le aplicabamos, podiamos contestar a un nivel subconsciente (y menos mal), mientras notaba como la erección iba creciendo (las llaves ahora estaban 'encima' de mi polla, y era ella la que hacia bulto en el pantalon) y mi cara se iba poniendo cada vez mas roja.

Cuando termine de contestarle, con una sonrisa me pidió que siguiera escribiendo en la pizarra el resto de la solución, mientras ella se movia por el borde de la mesa para seguir explicando al resto de la clase la solución que habia decidido tomar para resolver el ejercicio.

Eso me dio un respiro. Hasta que me di cuenta de que por mucho que estuviera mirando a la pizarra, para poder seguir escribiendo TENIA que dejar de taparme con ella y subirla hasta una posición en la que pudiera ver lo escrito.

Imaginaros la situación. Yo, delante de toda la clase, con una erección que no solo se notaba, sino que incluso acompañaba a aplaudir con los movimientos que tenia debido a la excitación, sin nada con lo que taparme, y donde debia de estar hasta, por lo menos, casi folio y medio mas.

Pero hice de mi capa un sayo, y decidi seguir. Levante la libreta, y comence a escribir. Unas risitas (como no, me las esperaba) a mis espaldas por parte de unas compañeras me ayudaron a entender la expresión 'tierra, tragame', pero extrañamente, no escuche ninguna risa mas.

Así que me gire para ver/desafiar a cualquiera que se atreviera a reirse.

¿Habeis visto 'La invasion de los ladrones de cuerpos'? Resulta que la visión que yo habia tenido de las entrepiernas de mi profesora la estaban teniendo ahora toooodos mis compañeros de clase. Y la verdad es que me sentí como el protagonista de la pelicula que he mencionado. Mientras todas las tias de clase me miraban a mi y se reian, toooodos los tios de clase estaban con la vista fija entre las piernas de la profesora.

Y entre toda la gente, un compañero, moreno el, guapeton, estudioso, serio, de los que se sientan en primera fila... a menos de un metro de ella, con la cara blanca, agarrado a la mesa con las dos manos.... y una gota de sudor cayendole por el rostro.

Os aseguro que ni el y yo todavia hemos olvidado ni un solo segundo de ese momento, y todavia es algo que comentamos cuando nos juntamos los amigos.

Una nota: Cuando escriba las dos razones que quedan por las que me gustan los autobuses, seguiré con las historias de la profe, porque fue mas de un año durante el que comparti espacio con ella. Pero eso será a partir del dia 26, que me voy de vacaciones. Me acordare de todos los que os conozco.

Un besazo para ellas, y un guiño complice para ellos.
Vuestro Morbólogo.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué cabrona la profesora! En serio..vale que así os mantenía atentos pero coño! que érais seres inocentes y puros (ejem) :P
Un besazo!

Anónimo dijo...

Tremenda epopeya a la que tuviste que enfrentarte amigo! Estas situaciones suelen ser bastante embarazosas, sobre todo a esas tiernas edades... Me has hecho recordar una historia parecida que me ocurió en cierta clase de gimnasia que tarde o temprano explicaré jejeje.


Felices vacaciones, tío! Un abrazo!

Anónimo dijo...

Mira me has hecho acordarme de un mono de color negro con cremallera, era de pantalón corto y a parte de que tenía 17 años y estaba monísima (claro con un mono puesto tú me dirás) la sensación era precisamente esa....intentar bajarme la cremallera. Ahhh lo tengo todavía en mi aramario.

Felices vacaciones.

Anónimo dijo...

un esperare tu regreso un beso morbologo y sabes que te extrañare verdad?
PD: ayer traje la falda

Anónimo dijo...

Y ninguna compañera de clase te dijo nada después...?
**besitos lascivos**

Anónimo dijo...

Joer, yo no tenía profesoras así en el Instituto... a lo más algún profesor rijosillo...

Besos escondidos

Mari Carmen dijo...

No hombre no, no nos dejes así! Cuentanos q pasó con la profe!!!!
Besotes

Anónimo dijo...

Cómo me gustan esas reacciones incontrolables de vuestro amiguito (el qe teneis todos los tios, claro)... jajajaja

1beso y regresa, que no se te olvide!!! o me vere obligada a ponerme una blusa de cremallera...
:P

Rita Peich dijo...

Jajaja, qué bueno. Ya sé que es una gran putada, pero es que es tan gracioso contemplar (desde la barrera, claro) esos episodios masculinos!

De todas maneras, coincido en que la profe era un poco cabrona, porque ella sabía perfectamente el efecto de su escote ... y la verdad es que no se debe hacer una cosa así, por mucho que después con ello te estudien los alumnos

Wellcome back, besines!

Mi rincon secreto dijo...

Soñadora:
Ejm... ¿inocentes y puros? XD

Mandril:
¡¡¡A ti te mato!!! Diecisiete posts? XD A ver si una tarde de estas me meto, porque tu historia estába muy interesante antes de irme de vacaciones. XD
Espero que cuentes esa historia... XD

Amaranta:
A ver si algun dia se pudiera ver por... un agujerito... ese mono. Y sobretodo, ver como deslizas la cremallera. XD

Marilu:
Lastima no conectarme aquel dia :-D

Maria Lasciva:
Si... pero no lo que me hubiera gustado XD

Anais:
Yo hubiera dado... un dedo porque todas hubieran sido asi. XD

Afrodita:
Tranquila, que no dejare. Pero si lo cuento TODO en un post... ¿que voy a hacer en el resto?

Mordandis:
¿Habria la mas minima posibilidad de que fuera posible ver ese traje? XD
¿Y puesto? ¿Y ver como se quita? XD

Rita Peich:
Esto... lo reconozco. Era malvada. Pero sabes... no la olvidare. Y eso es algo que hubieran querido muchos otros profesores :-D