18 junio, 2006

Los probadores III

Por otro lado, están casi todo el resto de probadores del mundo. Al menos, los que yo he visto.

En ellos, una ligera cortina/tela separa a una mujer de las miradas del resto de la gente. Si lo pensais bien... bueno, la verdad es que la seguridad de que alguien entre o no es mas una cuestión de confianza que de seguridad real.

Esas telas, como ya he comentado en un post anterior, no suelen encajar completamente con el resto del probador, y eso, unido a la capacidad geometrica de reflejar la luz de los espejos, hace que tengas una visión bastante mas abierta de lo que la mayoria de mujeres suele querer.

Sin embargo...

Bueno, como la mayoria de las cosas, si tengo costumbre de acompañar a cualquier chica que me lo pida a comprarse ropa no es por ver ropa. Es por tener la posibilidad de llegar a los probadores, a ver que se ve.

Normalmente, no pasa del gesto de bajarse los pantalones, con lo que ves un poco de la cabeza cuando la mujer se agacha, o el extremo del codo cuando se quita algo de la parte de arriba. De todas formas, se que cuando una mujer va a probarse ropa, no suele ser normal que se despelote y empiece a gemir y tal... así que lo máximo que he logrado ver es algun culo tapado con un tanga, o la sombra de unos pechos reflejados.

Sin embargo, un día me pasó una cosa de esas que sueñas o lees, pero que sabes que no existen en la vida real.

Acompañando a una ex, fuimos a Mango. Queria comprarse un vestido de fiesta para una boda que teníamos, y como no quería repetir vestido, era urgente conseguir uno a cualquier precio.

Así que llegamos a la tienda, cogimos unos siete u ocho trajes entre combinaciones y vestidos completos, y nos metimos en los probadores.

Cuando cerró la cortina, lo primero que hice fue tantear el terreno. No recuerdo que es lo que vi en el resto de probadores, pero me fije que al lado del probador de mi ex habia otro probador con un hueco entre la tela y el borde del probador de unos cuatro dedos.

Con la excusa de ver si mi ex quería algo, me acerque a la tela para asomarme, con la vista fija en el probador de al lado.

Y el corazón comenzó a latir con mas fuerza. Una mujer madura, de unos cuarenta y pico años y formas voluptuosas. Estabá con la ropa interior y nada mas. Color carne, de esa ropa interior lisa que llevan las mujeres a diario.

Me asomé por la cortina del probador de mi ex, y aunque mi voz pregunto "¿como va?", y mis ojos la miraban, mis sienes estaban latiendo a todo ritmo y mi entrepierna estaba comenzando a reaccionar. Realmente no se que dijo mi ex. Solo se que le contesté con un "Ah" y saque la cabeza cerrando la cortina, para aprovechar y volver a pegar una rapida mirada al probador vecino.

Y mientras lo hacia, vi que ella me miraba a los ojos.

Lo primero que me vino a la mente fue que 'ya esta, ya va decirme algo o a ponerme mala cara, y se va a montar...'. Y no. No hizo nada de eso. Simplemente, siguió probandose ropa, o al menos, eso creo, ya que ni cerró mas la cortina, ni salio furibunda, ni nada.

Como soy morboso, pero sin forzar las cosas, desde lejos continue mirando a ver si veia algo, pero no ocurrió nada. Hasta que mi ex me pidió que me acercase. Al hacerlo, eche un vistazo rapido, y lo que vi casi hizo que me desmayase.

La mujer estaba sin sujetador, con unos enormes pezones oscuros reflejandose contra el espejo, y lo que casi hizo que me cayese fue que en el mismo reflejo, la mujer me estaba mirando. Me dio un subidón de tal magnitud que mi ex tuvo que reprenderme con un grito para que le hiciera caso, ya que durante un momento no podia reaccionar. De hecho, por la sorpresa, notando que mis rodillas estaban temblando por la emoción, para no caerme me había agarrado al borde del probador.

Y mientras mi ex me preguntaba si estaba bien o no, y que tal le sentaba el vestido, note como primero unos dedos comenzaban a acariciar la punta de los mios, que se encontraban dentro de su probador.

Luego algo calido y seco, que yo atribuí al pecho que acababa de ver... y por ultimo, una lengua humeda que se metio entre mis dedos, y que acabo masturbandome el dedo medio con su boca, como si me hubiera hecho una mamada impresionante.

Y de repente, vi como se abrió la cortina por el otro lado y la mujer se fue sin girarse, con una semi sonrisa en los labios, y un monton de ropa en el brazo.

Ni que decir tiene que me dejo en un estado frenetico.

O, al menos, eso me hubiera gustado que pasara. Tu que crees... ¿es cierta la historia, o es uno de esos deseos morbosos que ojalá se cumplan?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, definitivamente parece un relato erotico de esos que leen, algunos adolescentes y otros más adultos. Un buene experiencia, si señor.

Ahhh, debe ser que yo, estoy esperando que me vean en ropa interior en Cualquier sitio, porque nada que ver, con la ropa intima que describes, como de usar a diario...

Besitos

Ainhoa dijo...

Yo creo que no es real... pero no se no se... lo describes con tantos detalles que me haces dudar...
Saludos...

Anónimo dijo...

ostias pues sería genial que fuese cierto chico... de hecho hasta yo te envidiaria, y eso que me gusta mas un tio que a un tonto un lapiz y no creo que me excitase que me chupase una tia madurita y de pezonse oscuros un dedo, pero quien sabe...

Mi rincon secreto dijo...

Esta tarde/noche dare la respuesta. Si alguien mas quiere participar...

Anónimo dijo...

pues puede que entre si y no puede que se parte de una realidad y parte de una cosaomaginaria pero esta muy bien

Anónimo dijo...

mitad verdad mitad mente calenturienta. Pero ocurrir ocurren, cosas como estás y mas mas morbosas aún.

un besito ¿en tu dedito? jajaja

Anónimo dijo...

!Claro que es cierto!,yo soy Ella.Sigo esperando ansiosa volver a encontrarte uno de estos días querido.