18 octubre, 2006

Los Autobuses V

Hace un par de años pase un momento de esos malos. De esos que el levantarse por la mañana lo primero que pensabas era si tenias ganas de seguir despierto, y los viernes al mediodia, al llegar a casa, buscaba recogerme en la cama para encontrarme a mi mismo, y descubrirme tal y como había sido.

Todo por culpa de un maldito jefe al que se le iba la pinza y nos tenia a toda la plantilla acojonada por sus gritos. Donde un subjefe mafioso y rastrero nos clavaba puñales y envenenaba nuestras palabras y nuestros pasos. Y donde la junta directiva exprimia nuestras energias a cambio de una miseria a final de mes.

Lo peor era no sentirte valorado. Ser menospreciado. Que se dudara de tu integridad, y donde en lugar de apoyo, lo unico que se recibiera fuera odio y abusos, desconfianza y la ley del palo a todas horas.

Alli escuche menosprecios, escuche insultos lanzados hacia otros compañeros, escuche autenticas palabras cargadas de veneno.

Y, lo peor. Creia que eso era el mundo.

Una mañana, en uno de esos peores momentos, donde la vuelta de las fiestas de Navidad se habia transformado en una autentica pesadilla, al coger el autobus para ir a trabajar, una chica, que debía de ir a la universidad, descuidadamente se apoyo en la barandilla donde yo tenia puesta la mano, apoyando su pecho contra mis dedos.

Despues de un rato, lentamente, los movi. Estaba excitado. Y aunque ella llevaba un jersey, queria que de alguna manera notara que estaba alli, bien para separarse, o bien para continuar en esa postura, pero al menos, con conocimiento.

Ella, al notar mis dedos, se separó un poco de la barra, pero en un breve giro me miro y volvio a apoyarse sobre mi mano. Tal y como estabamos, sus compañeros no se daban cuenta de nada, y realmente nadie podia ver nada mas que mi brazo cogiendose de la barra para no caerme.

A las pocas paradas tuve que bajarme. Era mi parada, y al retirar la mano intente llevarme un poco de esa sensación junto a mi.

Al día siguiente, estando otra vez en el autobus, volvi a ver a la chica. Quizá antes tambien habiamos coincidido varias veces, pero hasta el día anterior no me había fijado en ella. Volvió a ponerse en la misma posición.



Nunca olvidaré el jersey que llevaba de chaquetilla. De un color verde pistacho, con cremallera. Su pelo, castaño, de vez en cuando acariciaba mi mano cuando en un giro o frenazo, su pecho se separaba de mis dedos.

Yo, cada día, movia lentamente los dedos acariciando los centimetros que mis dedos se atrevían a recorrer, notando su calor, su dureza y en ocasiones, el pezon marcado a traves de la tela.

Durante dos meses, cada martes, miercoles y viernes, la misma chica con sus amigos cogía el autobus a la misma hora. Y durante unos pocos minutos, me hacia el hombre mas feliz de la tierra.

Durante esos dos meses me di cuenta, gracias a ella, que la vida era de otra manera. Y tengo que reconocer que fue ella el impulso que necesite para continuar luchando, soñando, y buscando otro trabajo donde fuera feliz.

Un beso y un guiño complice

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Joeeeeeeee los autobusitos q juego que daaaannnnnnnnn!!! Y yo siempre ahi agarrada tambaleandome con cara de quere matar al conductor.

Anónimo dijo...

¿Y nunca intentaste hablar con ella?

Anónimo dijo...

Macho, los autobuses y tú tenéis una relación curiosa... ¡es subirte tú a un autobús y empezar la fiesta! jejejejejeee



Me alegro de que esa mala época en el curro ya haya pasado a mejor vida. Sé feliz y piensa que si algún día vuelven los malos tiempos... siempre nos quedará el autobús. Salud, amigo!!!

Anónimo dijo...

ummm... yo me pregunto... mi situación laboral actual es muy parecida a la que describes... creo que deberia buscar a "mi chico particular del autobus"... (aunque creo que será bastante mas dificil tocarle el paquetillo, no?? jajaja)

1beso

Ika dijo...

Hace ya algun tiempo que no te leia, me causan mucha curiosidad tus historias de autobus :), y me hago la misma pregunta que lucia: nunca intentaste hablarle, saber al menos su nombre??. Pero bueno, te dejo saluditos y un besote, bye.

Anónimo dijo...

Gracias por la indicación en mi blog, ya he subsanado el fallo técnico. Saludetes!

Anónimo dijo...

esa solucion para una mala epoca es buena pero creo k todo depnede de como de grande y las consecuencias de la mala epoca, no todas acaban con la misma facilidad.

besitos de niña mala

Anónimo dijo...

Yo creo que si no se quejaba y volvía a esa posición durante meses debiste hacer algo.. no creo que te hubiese dicho que no..

Lydia P dijo...

Buenas! eso es cierto; ¿tanto tiempo y sin cruzaros un palabra? Podría haber sido una buena amistad que te ayudara a superar momentos de bajón o simplemente con la que pasar el rato : /
Aunque yo habría hecho lo mismo jeje ¿Qué se dice en esas situaciones? a saber... :P

Anónimo dijo...

Espero que no tardes mucho más en contarnos algo, morbólogo!
***besitos lascivos***

Anónimo dijo...

¿¿¿DONDE ANDAS????

Lara dijo...

Ya me gustaría a mí vivir esa situación en el tren y bus que cojo cada día para ir a currar...
Pero... va a ser que no.

¿Me encontraré contigo algún día? ;-)

Anónimo dijo...

¿Debemos entender que has abandonado este blog?