27 septiembre, 2006

Los autobuses IV

Hoy, toca nueva historia de los autobuses, y en esta situación explico la tercera razón que me ha hecho que asocie los autobuses con el morbo. Hay otras situaciones que contare mas adelante que han conseguido que mantuviera ese morbo... pero con esta se cumple la trilogia.

Estó ocurrió hace... mmm... a ver que piense... pues unos... 6 años. Por aquel entonces, yo estaba saliendo con una chica de un pueblo del extraradio. Cuando quería verla tenía que coger un autobus de cercanias, estar unos veinte minutos en el autobus y llegar hasta su casa.

Por suerte, de la parada del autobus hasta su casa no habia mucha distancia, por lo que casi era bajar del autobus y encontrarme con ella. Sin embargo, por aquella epoca las cosas ya no funcionaban demasiado entre mi novia y yo. Llevabamos saliendo ya tres años, y cada uno por su cuenta fuimos entendiendo que la otra no era la persona con la que queriamos estar el resto de nuestras vidas.

Bueno... en uno de esos dias, en los que vas convencido de que ese sera el dia que la relación se separe del todo, yendo hacia su casa me encontre con una amiga suya en el autobus.

Subió un par de paradas despues que yo. Como yo me siento en esos asientos de cara al resto de la gente, al verla subir me levante para irnos los dos al final del autobus, donde habia sitios libres y podiamos hablar tranquilamente.

Con ella siempre me habia reido mucho. Es morbosa, o al menos lo era, ya que no he vuelto a saber de ella, y cuando mi novia no estaba delante, los chistes sobre lo que me haria me hacian enrojecer (si, a mi X-D)

Bueno, nos sentamos en la ultima fila. Eran los dos unicos asientos libres, asi tomamos asiento detras de una señora, yo junto a la ventana, y ella en el asiento de al lado.

Entre unas cosas y otras, el camino era largo (media hora por ciudad mas veinte minutos hasta el pueblo), y claro, empezamos a decir chorradas. Y, como siempre, en una de esas ella me soltó una de sus frases.

Claro, el momento no era el mas optimo, asi que con la cara seria, cabizbajo, le conteste que posiblemente pudiera hacerlo, porque las cosas no iban muy bien entre nosotros. Ella se quedó seria. Y me pregunto que pasaba.

Se lo conte. Realmente, estaba mas afectado de lo que creia, quiza porque si nos separabamos, nos alejariamos, y aunque sabiamos que no podiamos seguir siendo novios, no queriamos perder la amistad.

Así que se lo solté como si fuera un torrente. Y ella me escucho. En silencio. Viendome cada vez mas agobiado...

Cuando termine, me miró. Y me pregunto... ¿realmente, se va a acabar?

Fue curioso, pero senti una congoja en la garganta. Una de esas que se sienten cuando te das cuenta de una cosa que sabias, que sabias que tenias que tomar una decisión... y todavia no la has tomado hasta ese momento...

Y le conteste que si.

Ella me miro a los ojos. Me besó levemente en los labios. Cogio mi mano. Se la llevo al pecho. Y note como latia su corazon.

La bajo, lentamente, y note como su pezon, a traves de la tela y del sujetador, acariciaba mi palma... Le miré a los ojos. Y ella debio de adivinar el deseo que me veia cada vez que me soltaba una de esas frases que me acaloraban.

Y me volvio a besar. Acerco a mi oido sus labios. Y me susurro... "si en algun momento no quieres continuar, deten la mano". Y continuo bajando la mano. Siempre ha estado rellenita (mide un metro sesenta, y pesaba, por aquella epoca, unos ochenta quilos), y preferia ir con pantalones elasticos. Así que separó un poco la goma, y metió mi mano y la suya.

Yo notaba muchisimo calor en la mano, y muchisima humedad. Y me estaba poniendo muy caliente. Ya no hacia falta que fuera ella la que me dirigiera. Acaricie por encima de las bragas su pubis, y baje hasta abajo, donde intente apartarlas hacia un lado. Una maraña de pelos, humedad y calor llenaron mis dedos cuando le encontre, y comence a acariciarlo lentamente.

Desgraciadamente, la postura sentada mas la tela de las bragas que le ajustaba impedia bastante mis movimientos, así que cuando me di cuenta de que no iba a echarse para atras cambie de mano. Ahora estabamos los dos mirando hacia delante, observando al resto de la gente del autobus. Mi mano, aprovechando que la habia cambiado, se habia metido por arriba de las bragas, y ella habia puesto una pierna encima de una de las mias, permitiendole abrirlas mas.

Asi girados, comence a acariciarle de nuevo, comenzando por los bordes del coño, acariciandole los labios, jugando con meter el dedo, y sacandlo, mojado, hasta el clitoris, donde cada roce era un espasmo.

Sus muslos, acariciadores, voluptuosos, aprisionaban mi mano, impidiendome incluso con las piernas abiertas, a separarla de su coño. Y mientras que en la muñeca su bello pubico me rozaba la mano, sus fluidos resbalaban entre mis dedos, y ella, con las dos manos fuera, apretaba por un lado mi mano hacia su coño, haciendo mas fuerza con la presión, mientras que la otra mano acariciaba mi paquete por fuera del pantalón. Cada vez mas, sus gemidos parecian estruendosos gritos en una caverna silenciosa, y me parecia que todos los ojos se dirigian hacia nosotros.

Pero ya, de perdidos al rio. Segui acariciandole, cada vez con mas fuerza, apretando la palma de la mano contra su pubis, mientras en cada movimiento metia un poco mas la mano. Recuerdo haber metido un dedos, profundamente. Y un segundo dedo, con cada movimiento y cada gemido. Y, de repente, me apreto el paquete mientras arqueaba la espalda durante unos segundos. Parecia que iba a gritar.

Y, como si se hubiera roto, se relajó. Cayo sobre el respaldo de la silla. Me miró. Sonrió.

Y me dijo... "cuando termines del todo, volveremos a jugar. La proxima te toca a ti."

Me besó, y me dijo que ya habia llegado a mi parada. Bajé, aturdido por lo que habia pasado.

Dos dias despues, estando yo ya soltero, volvimos a quedar. Pero eso, para otro post.

Un besazo y un guiño complice
Vuestro Morbólogo

9 comentarios:

Víctor dijo...

Wow, muy calentito ;)

Anónimo dijo...

ahora entiendo tu gusto por los autobuses
Tu morbologa :p

Anónimo dijo...

Anda pues fíjate el otro día decías que querías que una desconocida te cogiera y te dijera que te deseaba, me da a mi que según lo que he leido más de una vez te ha ocurrido. Un beso.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno!!! Esos autobuses como dan de si. Menuda historia....

Definitivamente voy a dejar de leer este tipo blogs en el curre q me pongo malita. :D

Anónimo dijo...

Mae mia qué subidon!!!
Me voy al baño...
:P

1beso

Anónimo dijo...

Lo que no te pase a tí...
:P
Un besazo"

Mi rincon secreto dijo...

Víctor:
Muchas gracias :-D

El usuario anónimo (Mi morbologa):
Bueno... fueron tres experiencias muy buenas. Y me encantaria repetirlas.

Amaranta:
Nop. La verdad es que no me ha pasado nunca. Cierto, he tenido algunos encuentros morbosos con desconocidas en situaciones no demasiado comunes.
Pero nunca ninguna me dijo en ningun momento "te deseo".
Y lo que yo quiero, lo que me apetece... lo que deseo, es escuchar esas palabras.

{Explo}:
XD
Explo, explo... mejor. Asi, aunque no sea yo, quiza alguien algun dia, gracias a estos relatos, se encuentre en una situacion que merezca la pena recordar. :-D
Y espero que me lo cuentes. :-D

Mordandis:
Me encanta ponerte caliente. X-D
Por cierto... podrias enviarme ese relato en el baño... :-D

Soñadora:
Tantas y tantas cosas... :-)

Lydia P dijo...

uff uff, no veas me iba a poner mala jejeje
Entiendo tu preferencia por los autobuses, esos asientos del final..
A mí también me gustan jiejie pero mis experiencias eran algo más discretas que soy muy vergonzosa : )

Mi rincon secreto dijo...

Skallian:
Sip. La verdad es que me encantan los autobuses en todas sus variantes.

Y espero que me cuentes esas experiencias... pero a la de YA :-D